miércoles, 13 de julio de 2016

COLUNGA (Asturias), 2016


Un año más, un campamento más, una posibilidad más de poder convivir-compartir-celebrar-aprender-disfrutar…Un año más, 2016, nuestra parroquia Santa Teresa de Salamanca nos ha dado la oportunidad de participar en esta formidable experiencia. Cada año es distinto: los niños/as, los monitores, el tema del campamento…Pues este año damos gracias porque los niños/as han sido muchos, 35, incluso tuvimos que decir que no a algunas peticiones que querían participar y ya no era posible. Los monitores, que siempre es complicado, en esta ocasión hemos tenido suficientes en cantidad y calidad. El tema del campamento inmejorable, valores”, a través de diversos cuentos conocidos, intentar recordar a los participantes, que eso es algo imprescindible para conseguir ser personas dignas en la sociedad. 
Once días maravillosos, han pasado como un suspiro. A pesar de que el tiempo no nos ha acompañado del todo, creo que ha quedado un muy buen sabor de boca. Voluntad no ha faltado, dedicación toda, interés máximo. Más no se puede pedir, más no se puede ofrecer.
La cocina como siempre, para no quejarse y degustarla con ganas: “esto me sabe mejor que en casa”. Las actividades preparadas con esmero. Los tiempos libres exprimidos al máximo entre el frontón, el futbolín, las charlas entre amigos. Todo lo que corresponde a los humanos preparado y controlado, lo único no controlado el tiempo que se nos escapa de las manos y aún así siempre preparados para encontrar alternativas.
Las gracias más sinceras a todos los que habéis hecho posible esta nueva aventura 2016. A los padres que nos habéis confiado a vuestros hijos/as.  A los niños/as por haber querido participar un año más. A Eugenia cocinera, madre, enfermera, cuidadora, limpiadora…A los monitores por vuestra dedicación y compromiso. A la parroquia Santa Teresa por poder ofrecernos año tras año esta experiencia inolvidable.
Disfrutad de las vacaciones, del verano, pero no os olvidéis de dar gracias por todo lo vivido y por todo lo que nos queda por vivir. Por lo aprendido y por lo que nos queda por aprender. Todo agradecérselo a Dios que nos lo permite. Os esperamos en el nuevo curso académico-pastoral por la parroquia para seguir compartiendo-conviviendo y celebrando. 
FELIZ VERANO. 
                                                                                                Luis.